Apple y Twitter se han unido a las filas de las compañías tecnológicas que denuncian la suspensión abrupta de una serie de visas de trabajadores invitados proclamadas ayer por el presidente Trump . Las nuevas restricciones serían particularmente difíciles para las visas H-1B, que a menudo utilizan las empresas tecnológicas para contratar trabajadores extranjeros sin participar en un proceso de inmigración tradicional.
Con un límite de 80,000 visas a nivel nacional, el programa es altamente competitivo, aunque sigue siendo controvertido por mantener el estatus migratorio de los trabajadores vinculado a su empleo continuo. Una encuesta reciente del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) encontró que las compañías tecnológicas representaban aproximadamente dos tercios del total de visas otorgadas bajo la designación.
En un comunicado en Twitter, el CEO de Apple, Tim Cook, enfatizó los beneficios que tanto su compañía como la nación en general han cosechado de la inmigración.
Al igual que Apple, esta nación de inmigrantes siempre ha encontrado fuerza en nuestra diversidad y esperanza en la promesa duradera del sueño americano. No hay nueva prosperidad sin ambos. Profundamente decepcionado por esta proclamación.
– Tim Cook (@tim_cook) 23 de junio de 2020
Twitter también se unió al coro, llamando a la proclamación "miope" y "profundamente perjudicial".
"Reprimir unilateral e innecesariamente el atractivo de Estados Unidos para el talento global altamente calificado es miope y profundamente perjudicial para la fortaleza económica de Estados Unidos". – @jesirae
– Política pública de Twitter (@Policy) 22 de junio de 2020
Varios de los antiguos receptores de H-1B en la comunidad tecnológica también se han manifestado sobre su conexión personal con el programa. El cofundador de Coursera, Andrew Ng, dijo que la orden "destrozará sueños e interrumpirá vidas".
"Como antiguo titular de una visa H1B", continuó Ng, "mi corazón está con todas las familias afectadas".
Instituida como una respuesta al aumento vertiginoso del desempleo, la orden de Trump principalmente reduce la emisión de nuevas visas de trabajo, por lo que los visitantes cuyo estatus H-1B ya ha sido aprobado no deberían verse afectados, aunque puede afectar a los titulares de H1-B que se encuentran actualmente fuera del país. Sin embargo, la proclamación también deja un margen de maniobra significativo para los funcionarios consulares individuales, que tendrán una amplia discreción para elegir si emiten una visa a un solicitante individual.