El presidente Joe Biden dice que Estados Unidos está duplicando su compra de inyecciones de COVID-19 de Pfizer para compartir con el mundo.
<p> Los extraños protocolos de COVID-19 en la escuela Geiger Montessori decían que los estudiantes tenían que usar máscaras en la cafetería y podían bajarlas "solo para tomar un bocado o beber".</p><p> La escuela posterior a <a rel="nofollow" href="https://briefupdates.com/washington-school-told-students-to-wear-masks-while-chewing-food/">Washington les dijo a los estudiantes que usaran máscaras mientras masticaban alimentos</a> aparecieron primero en <a rel="nofollow" href="https://briefupdates.com">Breves actualizaciones</a> .</p>
Resulta que los bloqueos de COVID-19 han sido buenos para el pasatiempo interior de la piratería de hardware: la fundación con sede en el Reino Unido detrás del microprocesador de bajo precio Raspberry Pi anunció ayer el cierre de una ronda de financiación de $ 45 millones. La inyección de efectivo en el brazo comercial de la Fundación Raspberry Pi (sin fines de lucro) lo valora en $ 500 millones (pre-dinero), confirmó el fundador Eben Upton.
El Congreso debe financiar al gobierno en los próximos 10 días o corre el riesgo de un cierre federal.
Estados Unidos está tratando de detener el flujo de migrantes hacia Texas bloqueando la frontera mexicana en un pueblo aislado donde miles de refugiados haitianos establecieron un campamento.
A pesar de la pandemia de COVID-19, que aún se está librando, más de 100 líderes mundiales se dirigen a Nueva York para la reunión anual de alto nivel de la ONU.
La administración Biden se está acercando a un plan final para expulsar a muchos de los miles de migrantes haitianos que han cruzado repentinamente a una ciudad fronteriza de Texas desde México y llevarlos en avión de regreso a su tierra natal caribeña.
Un día después de pasar 50,000 muertes relacionadas con COVID-19, Florida reportó 11,275 nuevos casos y seis muertes más.
Los asesores gubernamentales están debatiendo si recomendar dosis adicionales de la vacuna Pfizer, un paso clave hacia el plan de la administración de Biden de dispensar inyecciones de refuerzo de COVID-19 a la mayoría de los estadounidenses.
La renuencia del presidente brasileño Jair Bolsonaro a vacunarse es una rareza en su país, y puede complicar sus planes de asistir a la Asamblea General de la ONU la próxima semana.