Una mujer de la capital de Damasco, se postuló para la presidencia de Siria, dijo el martes el presidente del parlamento, convirtiéndola en la primera mujer en postularse para el puesto más alto del país. La elección, en gran parte simbólica, seguramente la ganará el presidente Bashar Assad.
Las elecciones presidenciales, las segundas desde que estalló la guerra civil del país hace 10 años, se celebrarán el 26 de mayo. Los sirios en el extranjero votarán el 20 de mayo.
El portavoz Hammoud Sabbagh dijo que Faten Ali Nahar, una residente de Damasco de 50 años, se ha nominado a sí misma para el puesto. Poco se sabe de ella. La presidenta del parlamento proporcionó su edad, lugar de nacimiento y el nombre de su madre en el anuncio. No hubo informes sobre quién es ella en las redes sociales.
Otros dos candidatos han presentado sus nombres, incluido un empresario que se postuló contra Assad en 2014. Assad ganó casi el 90% de los votos en esa contienda.
Aunque Assad aún no se ha postulado, se espera que se postule y gane un cuarto mandato de siete años. Ocupó el poder desde 2000, cuando asumió el poder tras la muerte de su padre, quien dirigió el país durante 30 años.
Siria solo comenzó a permitir la votación de múltiples candidatos en las elecciones de 2014. La competencia con Assad era simbólica y la oposición y los países occidentales la veían como una farsa destinada a darle al presidente en ejercicio un barniz de legitimidad.
Es poco probable que la comunidad internacional reconozca la legitimidad de las próximas elecciones. Según la resolución de la ONU para una resolución política del conflicto en Siria, se supone que se redactará y aprobará una nueva constitución en un referéndum público antes de que se celebren las elecciones presidenciales supervisadas por la ONU. Pero se ha avanzado poco en el comité de redacción y Assad sigue contando con el respaldo de Rusia e Irán.
El mes pasado, la administración Biden dijo que no reconocerá el resultado de las elecciones presidenciales de Siria a menos que la votación sea libre, justa, supervisada por las Naciones Unidas y represente a toda la sociedad siria.
Siria ha estado en medio de una guerra civil desde 2011, cuando las protestas inspiradas en la Primavera Árabe contra el gobierno de la familia Assad se convirtieron en una insurgencia armada en respuesta a una brutal represión militar.
Por otra parte, Assad nombró a un nuevo gobernador del Banco Central el martes, días después de despedir a su predecesor en medio de una aplastante crisis monetaria.
Mohammad Issam Hazimeh fue nombrado nuevo gobernador del banco, en sustitución de Hazem Qarfoul, que ocupa el cargo desde 2018. Hazimeh era adjunto de Qarfoul y se graduó en derecho económico en una universidad francesa.
La libra siria estableció un récord en marzo cotizando en el mercado negro a 4.600 libras por dólar. Al comienzo del conflicto, el dólar estadounidense valía 47 libras sirias. La semana pasada, el respaldo central fijó la tasa oficial en 2.512 libras, frente a las 1.256 desde junio, por dólar.
Años de corrupción y mala gestión, seguidos de una década de guerra y la escalada de sanciones occidentales contra el gobierno de Assad, han agravado las dificultades para los sirios. La ONU estima que el 80% de los sirios viven en la pobreza.