Como político, Michael Bloomberg ha estado diciendo cosas en público durante décadas. Esto es desafortunado, por supuesto, porque Bloomberg ahora se postula como demócrata anti-Trump a pesar del hecho de que ha pasado toda su carrera siendo, bueno, Trumpiano.
Tomemos un incidente poco discutido de 2010: ese año, Gainesville, Florida, el pastor Terry Jones anunció que su congregación, la Iglesia Dove World Outreach Church, planeaba organizar una quema masiva del Corán en el aniversario de los ataques del 11 de septiembre. Jones era un fanático obvio: anteriormente había ganado fama por publicar un cartel que declaraba que "el Islam es del diablo" y más tarde promovió numerosas películas antiislámicas, incluida la película de 2012 Inocencia de musulmanes que provocó protestas internacionales y se creía que tenía sido un catalizador de los ataques de Benghazi. Los seguidores de Jones también han comparado el Islam con el nazismo.
Antes de que ocurriera el evento del 11 de septiembre "Día Internacional de Quemar un Corán", numerosos funcionarios públicos imploraron a Jones que se detuviera. Tanto el general David Petraeus como la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton le rogaron a Jones que no celebre el evento. Petraeus, por ejemplo, dijo que el evento podría inspirar ataques terroristas contra las tropas estadounidenses en el extranjero.
Pero un prominente político saltó innecesariamente al debate para recordar a los estadounidenses que Jones tenía derecho a hacer lo que quisiera: el entonces alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, que aparentemente no tenía relación con el caso en ese momento.
"De una manera extraña, estoy aquí para defender su derecho a hacer eso. Creo que es desagradable. La Primera Enmienda protege a todos, y no se puede decir que vamos a aplicar la Primera Enmienda a solo aquellos casos en los que estamos de acuerdo ", dijo Bloomberg ese año. "Si quieres poder decir lo que quieres decir cuando llegue el momento en que quieras decirlo, debes defender a los demás, sin importar cómo, cuánto estés en desacuerdo con ellos".
Aunque esto es quizás técnicamente preciso, no está claro qué bien hizo o, francamente, por qué era necesario decirlo. Si bien puede parecer extraño dado lo loca que se ha vuelto la era de Trump, la controversia que quemó el Corán fue noticia nacional en ese momento, pero en realidad nadie amenazaba con encarcelar a Jones. Sus críticos le pedían cortésmente que no lo hiciera.
Gracias, alcalde Bloomberg, por su recordatorio de que la Constitución sí existe.