El director fiduciario de Airbnb, Sean Joyce, dejó la compañía después de solo seis meses en 2019 porque el exdirector adjunto del FBI se opuso a las prácticas de intercambio de datos de la compañía en China, según un informe de The Wall Street Journal .
Durante años, Airbnb ha revelado que comparte información como números de teléfono y direcciones de correo electrónico con el gobierno chino cuando un usuario reserva un alquiler en China. Eso sucede tanto si el usuario es ciudadano chino como si es un visitante extranjero, una política que se exige a todas las empresas hoteleras que operan en el país. Joyce, a quien Airbnb contrató en mayo de 2019 para proteger a los usuarios de la plataforma, estaba preocupada por la voluntad de Airbnb de compartir datos. Joyce también objetó el alcance de los datos compartidos, como los mensajes enviados entre invitados y anfitriones, informa The Wall Street Journal . Temía que pudiera permitir al gobierno chino rastrear visitantes extranjeros y sus propios ciudadanos.
El negocio chino de Airbnb se menciona específicamente en la presentación S-1 que la compañía hizo pública el lunes antes de su oferta pública inicial planificada. "Si las regulaciones [de alquiler de China] o su interpretación cambian en el futuro", se lee en el prospecto , "podríamos … vernos obligados a cesar nuestras operaciones en China".
Las empresas de tecnología estadounidenses han tenido que sortear relaciones complicadas con China durante años. China bloquea actualmente a grandes empresas como Facebook y Google por no cumplir con las solicitudes de información del gobierno. Otros, como Apple, obtienen grandes beneficios en el país, pero a menudo son criticados por hacer concesiones al gobierno del país.
China es uno de los mercados más grandes del mundo, pero la preferencia del Partido Comunista Chino por la vigilancia generalizada a menudo ha generado un retroceso por parte de los empleados . A pesar de eso, las empresas estadounidenses han continuado proporcionando las herramientas para la vigilancia y censura de las comunidades marginadas de China, como los musulmanes uigures, incluido el uso de bases de datos de ADN para rastrear sus movimientos. Estas acciones han derivado directamente en la persecución y detención del grupo .
Airbnb no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. La compañía se encuentra en lo que se conoce como un "período de calma" debido a su presentación de oferta pública inicial, donde existen restricciones sobre lo que los voceros y ejecutivos de la compañía pueden decir.