LONDRES – El imperio empresarial del propietario de Liberty Steel, Sanjeev Gupta, incluidos sus acuerdos de financiación con la quiebra Greensill Capital UK, está siendo investigado por la Oficina de Fraudes Graves de Gran Bretaña, dijo la agencia el viernes.
La SFO dijo en un comunicado que está investigando sospechas de fraude, comercio fraudulento y lavado de dinero dentro de Gupta Family Group Alliance, incluidos los vínculos con Greensill, la firma financiera de la cadena de suministro que quebró a principios de este año. Debido a que se trata de una investigación activa, la agencia dijo que no proporcionará más comentarios sobre su investigación.
Las empresas de Gupta se encontraban entre los principales clientes de Greensill antes de su colapso en marzo. Su dependencia de Greensill avivó las preocupaciones sobre su salud financiera cuando se hundió. Liberty Steel, que emplea a 5.000 personas, ha buscado un rescate del gobierno tras el colapso de Greensill.
El modelo de Greensill funcionó posicionándose entre las empresas y sus proveedores. Pagaría de inmediato las facturas que los proveedores entregaran a sus clientes, por una tarifa. De hecho, les dio a los proveedores certeza al garantizar que no tuvieran que esperar meses para recibir el pago.
La relación entre las empresas de Gupta y Greensill ha estado en el centro de atención durante las últimas semanas. El ex primer ministro David Cameron, quien actuó como asesor de Greensill que lo involucró presionando a sus contactos en el gobierno y en la administración pública, se ha visto envuelto en las consecuencias de la quiebra de la empresa.
El jueves, Cameron testificó ante los legisladores sobre sus actividades para Greensill, que insistió fue motivada por el deseo de ayudar a apoyar a los trabajadores y empresas británicos “en la crisis económica causada por COVID” y no por la perspectiva de ganar millones con sus acciones de Greensill.
Los partidos de oposición están pidiendo reglas más estrictas sobre los contactos entre representantes comerciales y funcionarios del gobierno, diciendo que las regulaciones de cabildeo aplicadas de manera laxa en Gran Bretaña dejan la puerta abierta a la corrupción.
La Autoridad de Conducta Financiera, el organismo regulador financiero de Gran Bretaña, ya anunció una investigación formal sobre el colapso de Greensill después de recibir acusaciones que, según dijo, eran “de naturaleza potencialmente criminal”.
El periódico Financial Times informó anteriormente que las empresas de Gupta entregaron facturas sospechosas a Greensill, que la financiera pagó. En respuesta, GFG Alliance dijo que las facturas eran por productos que esperaba vender en el futuro.