La madrugada del martes, miembros de la milicia pro iraní iraquí y manifestantes irrumpieron en el complejo de la embajada de Estados Unidos en Bagdad después de los ataques aéreos del gobierno de Trump contra una milicia respaldada por Irán el domingo. El ataque a la embajada, quizás la peor crisis entre Irak y Estados Unidos desde 2003, revela la inconsistencia y vulnerabilidad de las políticas de la administración Trump hacia Irán e Irak.
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