Foto AP / Pablo Martinez Monsivais, Archivo
Pronto el gusano puede girar. El verdadero escándalo está de vuelta en el horizonte y, por fin, podemos aprender que nadie está por encima de la ley; ciertamente no es un grupo de aparatos presumidos y mediocres que asumieron que tenían el derecho moral de destruir a un candidato presidencial y luego a un elegido. presidente.
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