Donald Trump aún podría realizar un regreso (nuevamente)

modelo de pronóstico estadístico para la contienda presidencial de noviembre a fin de orientar esa desventaja. En ese entonces, le dio a Donald Trump, en el mejor de los casos, una posibilidad entre cinco de ganar un segundo mandato. Pero para julio, mientras los disturbios y el coronavirus devastaban la nación, sus probabilidades se habían desplomado hasta una de cada diez. Allí permanecieron hasta mediados de agosto. Ahora, nuestro modelo muestra que Trump ha recuperado una gran cantidad de apoyo.

Su déficit nacional en intenciones de voto frente a Joe Biden se ha reducido de diez puntos en su punto máximo a solo ocho el 9 de septiembre. Y en los estados clave de Florida y Pensilvania, los dos con más probabilidades de proporcionar a Trump o Biden su voto electoral número 270, el déficit del presidente se ha reducido aún más. Los votantes del estado del sol favorecieron a Biden por ocho puntos en su pico en julio. Ahora, lo prefieren por solo cuatro. Una encuestadora de alta calidad, Marist, tiene el nivel de candidatos en Florida (aunque seguramente se necesitan más encuestas para determinar si esto es un valor atípico). En Pensilvania, Trump ha pasado de un déficit de nueve puntos a uno de seis puntos.

Otros indicadores electorales también han sido buenos para el presidente en los últimos tiempos. Nuestro índice de crecimiento económico, que combina la variación anual en ocho indicadores diferentes, desde la tasa de desempleo hasta el ingreso personal real y la producción manufacturera, ha mejorado de manera constante desde julio. El informe de empleo de agosto, que registró una caída de casi dos puntos porcentuales en el desempleo, contribuyó a una tendencia positiva.

Los índices de aprobación de trabajos de Trump también han aumentado. A principios de agosto calculamos que 15 puntos porcentuales más de estadounidenses desaprobaban el trabajo que estaba haciendo como presidente de lo que lo aprobaban. Para septiembre, su popularidad había mejorado un poco, a solo un déficit de 11 puntos. En conjunto, estas variables económicas y políticas por sí solas sugieren que el presidente perderá el voto popular por cinco puntos; desde una proyección negativa de seis puntos hace dos meses.

En este momento, el resultado más probable de las elecciones sigue siendo que Trump pierda. Nuestro modelo de pronóstico de elecciones proyecta que le faltarán unos 70 votos electorales para ganar, aunque hay suficiente incertidumbre en las elecciones para sugerir que aún podría prevalecer. Predecimos una probabilidad relativamente baja (pero de ninguna manera imposible) de una en siete (14%) de una victoria de Trump. Para el contexto, nuestro modelo le habría dado más del doble de posibilidades (37%) en este punto de 2016. Debido al déficit de Trump en las encuestas de los estados indecisos y la economía asolada por el virus, tendrá un duro trabajo para obtener una segundo mandato, a pesar de que los votantes mejoraron marginalmente las evaluaciones de su candidatura. ■

Corrección: este artículo originalmente decía que nuestro modelo le habría dado a Trump casi el doble de posibilidades de éxito en este momento de 2016. De hecho, es más del doble de posibilidades. Disculpas

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Este artículo apareció en la sección de Estados Unidos de la edición impresa con el título "Un trote más cerca".

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