El deporte del curling requiere tal precisión y estrategia que a veces se lo denomina "ajedrez sobre hielo". Los jugadores empujan piedras de 40 libras a través de láminas congeladas, girando las piedras lo suficiente para que se "enrollen" y tratan de sacar las piedras de los equipos oponentes de los anillos centrales.
Las variables sutiles en juego (pequeños golpes en el hielo que cambian constantemente, la presión ejercida por la mano, la suavidad de la piedra) impactan en el resultado, tanto que el rizado requiere una precisión de máquina de sus jugadores.
Por lo tanto, tiene sentido que una máquina real tenga una oportunidad de ganar, si pudiera aprender a elaborar estrategias por sí misma. Introduzca Curly: un robot impulsado por inteligencia artificial (IA) que recientemente compitió contra equipos profesionales de curling de Corea del Sur y ganó tres de los cuatro partidos oficiales.
La impresionante hazaña de Curly se narra en un artículo publicado este mes en Science Robotics por los investigadores Seong-Whan Lee y Dong-Ok Won de la Universidad de Corea y Klaus-Robert Müller del Instituto de Tecnología de Berlín. El robot le dio a un equipo femenino de primer nivel y a un equipo nacional en silla de ruedas una carrera por su dinero, escriben los autores, gracias a su "marco de aprendizaje adaptativo de refuerzo profundo". sigue leyendo
[contenido incrustado]